“Curia” deviene de “co-viria”, que significa “asociación de hombres” y “Senado” deriva de “senex”, que significa “hombre viejo”. La curia era originalmente el lugar donde se reunían los ancianos de las tribus cercanas a Roma. La antigua Curia Hostilia, un modesto edificio donde el senado se reunía en modestas bancas de madera durante la República, fue quemada por una turba en el 52 a.C.
La Curia Julia fue comenzada por Julio César en 44 a.C. y culminada por su hijo adoptivo Augusto en 29 a.C.
El edificio de ladrillo, estaba originalmente recubierto de mármol en su mitad inferior y estuque imitando mármol en la superior, en el mismo estilo que las Termas de Caracalla. Presenta una planta rectangular de 25.2 x 17.6 m y 15.4 m de altura y está ligeramente girada con respecto a la antigua Curia Hostilia, definiendo con más claridad el contorno espacial del foro.
Frente a la fachada había un pórtico de columnas jónicas, llamado Chalcidium, que fue dedicado a la diosa Minerva, y que cubría unas escaleras alargadas. Tenía también dos enormes puertas de bronce, que fueron movidas a la iglesia San Giovanni in Laterano por Borromini, durante el barroco.
El interior es una habitación simple que acogía a 300 senadores. En la parte posterior estaba el podium, donde estaba el presidente del senado.
TEMPLO DE ANTONINO Y FAUSTINA
Es el edificio mejor conservado del Foro Romano. Se ubica al este de la Basílica Emilia, frente a la Vía Sacra. Fue construido por Antonino Pio a la muerte de su esposa Faustina en 141 d.C.
El edificio descansa en un podio y consta de una cella originalmente revestida en mármol, un pronaos de 6 columnas orden corintio con capiteles tallados en mármol blanco, y de una altura de 17 m. El friso tiene una decoración de grifos. La construcción descansa sobre un estilóbato.
Destaca por la simplicidad y pureza de su estilo, que es corintio, próstilo y hexástilo.
En las columnas pueden verse marcas de las incisiones que se hicieron en la Edad Media, a fin de derribarlas mediante cuerdas.
TEMPLO DE SATURNO
Henos aquí, a los pies de lo que queda del templo de Saturno, 8 columnas de su pórtico. La escala es, en efecto, monumental, y uno no puede evitar conmoverse al imaginar la sensación que habría producido al ciudadano común cuando estaba construido.
Este templo es la estructura más antigua de la zona, data entre 501 al 498 a.C. y además de templo era la casa del tesoro del Estado Romano. Era un témplo jónico. Al interior albergaba la estatua de Saturno, dios de la agricultura.
Henos aquí, a los pies de lo que queda del templo de Saturno, 8 columnas de su pórtico. La escala es, en efecto, monumental, y uno no puede evitar conmoverse al imaginar la sensación que habría producido al ciudadano común cuando estaba construido.
Este templo es la estructura más antigua de la zona, data entre 501 al 498 a.C. y además de templo era la casa del tesoro del Estado Romano. Era un témplo jónico. Al interior albergaba la estatua de Saturno, dios de la agricultura.
Este edificio alargado de 109 x 48 m fue iniciado por Julio César en el 54 a.C., concluido por Augusto en el 12 a.C. y reconstruido por Diocleciano en 283 d.C. La basílica es una de las tipologías más importantes en la arquitectura romana y que luego sería adoptada en las iglesias del cristianismo.
La basílica descansaba sobre un podio y estaba rodeada por una columnata de dos niveles. Su nave principal, de 82 x 18 m y tres pisos de altura y podía dividirse en cuatro partes gracias a estructuras de madera removibles. Además, tenía otras dos naves menores a los costados. Dentro de sus funciones acogía cortes civiles y tiendas.
BASÍLICA EMILIA
Paralela a la basílica Julia este edificio de planta trapezoidal tenía 70 x 30 m constaba de tres naves, siendo la central de 12 m de ancho. Estaba rodeado por una arcada de dos niveles, compuesta de 16 arcos.
Fue construida en 179 a.C. por Aemilius Lepidus y ampliada a través de los siglos. El edificio vino a reemplazar a las antiguas tabernae del antiguo foro romano, por lo que se incluyeron nuevas tiendas llamadas tabernae novae.
ARCO DE SEPTIMIO SEVERO
El arco de Septimio Severo, fue erigido en el 203 por sus hijos Caracalla y Geta para celebrar los triunfos del emperador . Es una portada de mármol ricamente decorada en bajorrelieves, con un arco mayor central y dos pequeños arcos laterales. Sobresalen cuatro columnas, y sobre el arco originalmente había una escultura de bronce de una cuadriga del emperador con sus dos hijos. Un detalle curioso es que, luego de que el sangriento Caracalla matara a su hermano Geta delante de su madre, mandó borrar su nombre de todos los monumentos en el imperio.
MERCADO DE TRAJANO
Cerca a los foros imperiales se levanta el Mercado de Trajano, una muestra de la genialidad romana en términos estéticos, funcionales y constructivos, particularmente en el uso del ladrillo. El primer “shopping mall” de la historia se ubica al lado del Foro de Trajano, organizando más de 150 tiendas en diferentes niveles y con terrazas mirando hacia el foro.
Como vimos anteriormente, una de las funciones con las que el Foro Romano nació fue el intercambio comercial. Luego, poco a poco los foros imperiales fueron asumiendo el rol cívico conmemorativo, y el comercio fue relegado a unas tiendas ubicadas en las Basílicas Emilia y Julia.
Trajano vio la necesidad de un edificio especializado en la venta de productos y decidió construirlo junto al majestuoso foro que lo veneraba como una deidad. Sin embargo, la falta de espacio obligaría a grandes trabajos de excavación sobre la ladera del Quirinal.
DISEÑO
El proyecto del mercado fue encargado por el emperador a Apolodoro de Damasco, su arquitecto favorito y compañero de sus campañas militares. Este genial arquitecto estaría también a cargo de la construcción del propio Foro de Trajano. El prestigio de Apolodoro no se detendría con la muerte de su emperador amigo, y continuaría trabajando con Adriano para el diseño y la construcción del Panteón.
COLISEO ROMANO
El Anfiteatro Flavio, más conocido como Coliseo Romano, es el edificio más conspicuo de la capital italiana. Es uno de esos edificios que, como comentáramos anteriormente, se convierten en símbolos de una ciudad y hasta de un país. Es el referente urbano más notable en la antigua Roma, visible desde cualquier parte de la zona monumental, aunque para nosotros apareció de sorpresa al acercarnos por la colina Esquilina.